Reformas

En muchas ocasiones hemos analizado las diferentes opciones que ofrecen los platos de ducha. Hoy os traemos un tema muy concreto: las mamparas. Éstas son vitales para un buen acabado, pero como todo en la vida, hay tantas posibilidades como gustos.

Esencialmente, distinguimos dos tipos: cierre parcial o total de la zona de ducha. Los primeros solo se aplican en caso de que el plato de ducha este hecho a medida. Se trata de aquellos que están compuestos por azulejos, mallas etc. En definitiva, se hacen de diseño y no vienen prefabricados. Se caracterizan por tener una hoja fija y poseer un espacio de estrada abierto. También se conocen como Walk-In.

Luego encontramos aquellos que tienen un cierre total. Aquí las posibilidades son muy amplias. En este sentido, distinguimos tres tipos principales de mamparas: corredera, plegable y abatible.

Tipos de mamparas

Comenzando por el final, las abatibles son aquellas cuya entrada tienen forma de puerta. Se recomienda para personas mayores o con movilidad reducida, ya que, para entrar en la ducha requieren un esfuerzo menor. En el caso de las plegables, se doblan sobre sí mismas. Esto es muy práctico para aquellos espacios que son pequeños. Así, encontramos las correderas. Suelen ser una opción muy común, donde una de las hojas se esconde tras la otra para permitirnos entrar. Además de estas opciones, también encontramos algunos modelos especiales. Son el caso de las mamparas circulares.

Finalmente, hablamos de diseño. Existen tantos como gustos. Aquí podemos descubrir desde cristales opacos a completamente transparentes. Además, el acabado se puede realizar en color, sin tener que recurrir al clásico cristal transparente. Por supuesto, se pueden incluir diferentes tipos de adornos. Estos se generan en distintas formas, contienen líneas y todo aquello que se nos ocurra. Ya se sabe que sobre gustos no hay nada escrito.

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